Distintas investigaciones mundiales muestran una alarmante estadística: más del 70% de los trabajadores dicen no estar comprometido con su trabajo y esta es una cifra que empeora en los millennials.
Históricamente se ha usado lo que se conoce como la motivación extrínseca para motivar a los trabajadores. Esta motivación implica entregar algo físico a cambio del trabajo. Así por ejemplo se usan los salarios, bonos, comisiones, premios, regalías, etc., que corresponden a elementos de motivación extrínseca. Esta motivación sigue siendo crítica, pero ha ido perdiendo fuerza en los últimos años. Muchos trabajadores hoy demandan experiencia y sentido en sus respectivos trabajos.
Hoy más que nunca la visión, misión y propósito de una compañía se han vuelto fundamentales para reclutar, motivar y retener a los mejores talentos.
Es tiempo para innovar e intentar nuevas formas de incentivar e inspirar a los trabajadores. Y es aquí donde aparece la motivación intrínseca, el tipo de motivación que no surge desde el intercambio de bienes, sino del deseo incondicional de querer hacer algo y que emana de un profundo sentido de experiencia y aventura.
Los mejores deportistas del mundo alcanzan los más altos niveles de rendimiento porque se inspiran no por el dinero que ganan, sino por el deseo de convertirse en el mejor jugador de su categoría, dejar legados en la vida y sentir un continuo progreso en el tiempo. Eso es lo que verdaderamente motiva.
En el trabajo ocurre algo similar. Los mejores talentos, más allá de ganar dinero, buscan sentir que están en constante evolución, que son parte de una experiencia; quieren conectarse emocionalmente con una misión y desafiarse a sí mismo con nuevos retos en la vida, constantemente.
Y aquí es donde surge el concepto innovador de la Gamificación Laboral. La Gamificacion surge desde el uso de los elementos de los juegos para incorporarlos al mundo laboral. Los juegos son los que generan los más altos niveles de motivación intrínseca e incluyen normalmente los siguientes elementos:
Historia (una narrativa que conecta emocionalmente con el usuario)
Mecánica (instrucciones especificas y claras sobre como avanzar)
Niveles (niveles que deben ser desbloqueados hasta terminar el juego)
Insignias (medallas y reconocimiento a los mejores jugadores)
Ranking (posición individual y colectiva)
Recompensas (tanto simbólicas como físicas)
Si bien gran parte de los puntos anteriores responden en cierto grado a estímulos extrínsecos, al integrarlos bajo una narrativa colectiva, se vuelve más relevante el proceso (la aventura) que el fin en sí mismo (intrínseco).
El desafío entonces es trasladar al trabajador hacia una realidad paralela donde siente que, en vez de trabajar, esta participando en un juego o aventura que lo impulsa a esforzarse más, para rendir mejor.
Imagina un caso en que un vendedor de seguro sabe que aun debe vender tres seguros más para lograr los 24 puntos que necesita para desbloquear su siguiente nivel y convertirse por fin en la categoría de Master y de esta forma pertenecer al distinguido ranking de los mejores ejecutivos de la empresa. El incentivo, más allá de las comisiones que gana por vender estos tres seguros, proviene del deseo intrínseco de querer avanzar, crecer, destacarse y dejar huellas.
La Gamificación Laboral es un término nuevo y está creciendo con mucha fuerza a nivel mundial. Requiere trabajo y adecuada planificación para incorporar mecánicas y dinámicas de juego en los procesos laborales, pero el resultado final puede ser sorprendente.
En un próximo post espero entregar mas reflexiones respecto al diseño adecuado de la mecanica y dinámica de un juego (incentivo) laboral.
Comments